'La niebla'
- Shady
- 22 mar 2017
- 2 Min. de lectura
La niebla (The Mist) es una película basada en la homónima novela de Stephen King.
Se sitúa en una pequeña ciudad de Estados Unidos, donde reside de manera aparentemente tranquila y feliz la familia Drayton, que se compone de David, su mujer y su hijo; hasta que una fatídica tormenta eléctrica acecha con fuerza la localidad causando fuertes daños materiales. A raíz de esta tormenta aparece una extraña niebla apreciable cerca de una zona de prácticas del ejército estadounidense. David, su hijo y su vecino van al supermercado más cercano para aprovisionarse con todo lo posible por si la tormenta no desiste, pero una vez en el supermercado comienzan los acontecimientos. La niebla ha llegado y será imposible salir de allí sin jugarse la vida.
Desde un principio la película ofrece tintes de película vespertina de fin de semana en Antena 3, de producción alemano-canadiense y de que nos va a ofrecer poco más que entretenimiento, si es que llega a ello. Es muy lineal, con poca acción y con mucho dialogo, en la mayoría de las ocasiones sin ningún tipo de fundamento.
El reparto, aunque pudiera parecer digno ante un primer vistazo al filme, deja mucho que desear. Actuaciones muy simples, roles muy marcados y hablando claro, difícil tener afinidad con ninguno de los personajes en absolutamente ningún momento de la película, ningún aporta nada diferente, ni sorprende, ni nada.
Siguiendo con los roles muy marcados de los personajes, podemos apreciar al típico héroe americano que a pesar de que nadie le induce a ello, decide liderar a todos porque puede, y nadie se opone a ello a excepción de la fanática religiosa, la cual es su antítesis y el único escoyo a superar para salvar a todos con su increíble destreza. Pero aparte, un elenco de paletos de pueblo que parecen más preocupados en beber cerveza y discutir entre ellos que salvar sus propias vidas.
Tras leer todo esto, el pensamiento razonable es no ver la película, pero por suerte hay luz en la oscuridad. Casi 2 horas de aburrimiento que se conjugan con sucesos inesperados merecen la pena gracias a los últimos 5 minutos de la cinta. Un final que hace pensar todo lo que no has pensado anteriormente, un final que nada tiene que ver con todo lo visto, un final del que se pueden extraer excelsas conclusiones y que, sinceramente, hace que merezca la pena invertir tu tiempo en este metraje.
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